Por:JIMMY ORTIZ SAUCEDO
Los seres humanos somos los únicos que tropezamos varias veces con la misma piedra. En la historia reciente tenemos dos casos de racismo, que llevaron a países del primer mundo a un trágico final.
El primero se dio en la Alemania de 1920, con la creación del Partido Nazi. Este partido llevo al poder, entre 1933 y 1945, al régimen totalitario presidido por el tristemente celebre Adolf Hitler; el III Reich. La supuesta superioridad de la raza Aria, impulso a niveles insospechados de sectarismo y de violencia. Una nación culta fue manipulada por un pequeño número de fanáticos, cuyo corolario fue el Holocausto judío y la Segunda Guerra Mundial. Quien podría olvidar los horrores de: la Noche de los Cristales Rotos, la quema de libros judeo-marxistas en la Orpenplatz y el campo de concentración de Auschwitz. Ellos serán un recordatorio permanente del "racismo como forma de gobierno".
El segundo se dio en la ex Yugoslavia. País pluri étnico que tuvo siempre una vida complicada y azarosa. Comprendía seis republicas: Croacia, Serbia, Montenegro, Macedonia, Eslovenia y Bosnia-Herzegovina. Fue posible mantener unida esta nación gracia al liderazgo y la mano fuerte de Josip Broz Tito. A su muerte, en 1980, se soltaron las amarras. Agravada por una fuerte crisis económica, afloraron los latentes nacionalismos étnicos. En 1991 estallo la guerra entre serbios y croatas, con la violencia que es características de luchas fraticidas. La limpieza étnica fue también parte de esta triste historia. El abandono de la Federación Yugoslava por Croacia y Eslovenia, precipito la guerra civil generalizada y finalmente la intervención bélica de la comunidad internacional.
Una tercera lucha étnica se esta gestando con toda claridad en lo Andes Centrales sudamericanos, mas propiamente en Bolivia, Ecuador y Perú. Los síntomas y signos son cada día más evidentes: idealización de imperios precolombinos, retórica de superioridad étnica, partidos políticos con evidente tinte indigenista, banderas extraídas del pasado, odio y resentimiento por doquier.
Y no es que le falte razón a los originarios. Ellos fueron esclavizados por los conquistadores europeos y después excluidos por los gobiernos republicanos. El tema es que ahora pegan la rabia contra todo el mundo. Contra una gran mayoría de población mestiza que no tiene velas en este entierro. Deben apuntar contra sus reales verdugos, si es que no tienen el coraje de poner la otra mejilla y comenzar una nueva vida. "El odio no construye".
Mucho tiene que ver en este nuevo brote de racismo los "cientistas" sociales del norte europeo. Ellos con un fuerte sentimiento de culpa, por el execrable pasado colonialista de sus ancestros, han envenenado el alma de las culturas nativas andinas, a través de sus ricas ONGs.
Que nadie se haga el opa de lo que aquí puede pasar! Las Naciones Unidas tienen la obligación de aplicar el principio de "La Responsabilidad de Proteger", creado en Ottawa Canadá el 2001, bajo las ordenes de Kofi Annan.
http://www.lostiempos.com/noticias/05-07-06/05_07_06_pv4.php
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