martes, 10 de junio de 2008

¡Papelón tras papelón…!

Por: CAYETANO LLOBET T।
http://www.lostiempos.com/noticias/08-06-08/08_06_08_pv1.php
No hay nada peor que gobernar con las tripas. Entonces las cosas se hacen para fregar al sutanito, para vengarse y sentarle la mano al perenganito. Pero para darse esos gustos, no sólo hay que tener la cabeza atrabiliaria de dictadorcito criollo --la historia latinoamericana está llena de casos--, sino que hay que tener la fuerza para salirse con su gusto y no terminar haciendo el ridículo. Y, lamentablemente, ¡el gobierno está haciendo el más soberano ridículo y protagonizando papelón tras papelón! En el caso de la utilización de las Fuerzas Armadas, ¡ya es sencillamente patético! O se está inaugurando un descubrimiento táctico --el de la huída permanente--, o alguien ha decidido humillarlas. Hicieron el ridículo en Viru Viru, lo hicieron en Camiri, posteriormente en Sucre y lo del Desaguadero, fue sencillamente penoso. Porque ahí estaba el propio Ministro en pleno discurso, estaban los generales entorchados… ¡pero estaban los contrabandistas! La huída comenzó, desde luego, por el mismísimo ministro ¡Qué papelón! Alguien que sepa un poco más de fuerza armada --¡aunque sepa menos de cobrar cheques venezolanos!--, debería contarle al Presidente --¡Capitán General!-- que la utilización de los efectivos militares es el último recurso internacional y nacional para definir una situación que ya ha superado el marco político y debe ser definida por la vía militar, ¡es decir a tiros! Los efectivos militares no son compañeritos para jugar fulbito en el recreo, ni para cuidar el estadio Patria, o para disolver manifestaciones en Camiri. Algo más: lo más probable es que no logren detener el contrabando. La región en la que están, las características de la actividad, los habitantes que están ahí y se benefician del contrabando, saben diez veces más de mañas, sendas y rincones. Pero el Presidente quiere que sus ministros compitan en los papelones… ¿por qué dejarlo solito a don Walker San Miguel? El de Gobierno, Alfredo Rada, acepta el desafío y, para asegurarse el primer premio, decide protagonizar la bellacada más burda de los últimos meses: realizar un secuestro al mejor estilo de las dictaduras. Con coches oficiales, con matones, con encapuchados armados, sin identidad, para encerrarlo en alguna celda de difícil acceso. El hecho en sí, ya bastaba para dejar mal a cualquier gobierno. Pero como al concurso tienen que entrar hasta los peores de la clase, aparece el viceministro Gamarra y, en conferencia de prensa, lanza la gran burrada de los “delitos nacionales” --¡había habido delitos regionales!--. Papelón… ¡en serio! Más grave todavía: los conocidísimos asesores de comunicación del gobierno pensaron todo para que el titular lógico del día siguiente, borrando los referendos, sea la nacionalización de Transredes. Y se encuentran que el titular nacional de los periódicos más importantes, ¡es el secuestro! O Rada decidió sabotear a Villegas y al Presidente, o en el gobierno hay más de un burro haciendo caca en los salones. Tengo que suponer, en serio, que después del Desaguadero, el comandante Trigo irá a hacer un acto de desagravio y notificará que la próxima vez usará armas letales. Y, obviamente, el ministro Rada enviará a sus encapuchados para capturar al “magnicida” que, en acto de racismo, hizo trizas los vidrios del auto de don Walker San Miguel. Sería lo menos, ¿no es cierto? Y si de papelones se trata, ¿cómo no?, nuestro apolíneo Presidente decide ventilar diferencias con su colega peruano diciéndole... ¡gordo! ¿Reímos o lloramos?