Religiosas salvaron la vida de una notario electoral en Yucumo:

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El proceso del referéndum revocatorio del 10 de agosto pasado hubiera concluido con la trágica muerte de la notario electoral de esta población beniana, Fanny Párraga, de no haber sido por la oportuna intervención de tres religiosas del colegio Fe y Alegría, que defendieron a la autoridad electoral pese a los insultos y golpes que sufrieron por exaltados militantes y dirigentes del MAS. Todo comenzó a la 01:00 de la madrugada cuando tres desconocidos sustrajeron todo el material electoral, incluida una computadora, del domicilio de Párraga, lo cual causó gran molestia en la dirigencia y militancia masista de esta población, los cuales se fueron en masa hasta su vivienda. Intentaron primero incendiar la casa de la autoridad electoral y luego quisieron aplicar la mal llamada justicia comunitaria contra esta mujer, que también es maestra de la mencionada unidad educativa de convenio. La hermana María Jesús, del Colegio Fe y Alegría, detalló que al conocer esta situación el capitán de policía y comandante de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) intentó calmar a los pobladores, campesinos y colonos, que amenazaban con linchar a la notario y la acusaban de haber hecho desaparecer el material electoral para perjudicar la ratificación del presidente Evo Morales. El oficial trajo a efectivos desarmados para intentar frenar el ataque de estos pobladores, en especial mujeres, pero fue agredido y empujado a mitad de la calle por un dirigente masista de apellido Meneces, tras lo cual el policía recibió golpes y tuvo que escapar para proteger su integridad física. La religiosa dijo que luego, la enardecida turba quiso ahorcar a la notaria electoral con la soga del tendedero de su propio domicilio, situación que fue evitada a toda costa por las hermanas de Fe y Alegría. Al no poder lograr su propósito, los manifestantes llevaron a la notaria electoral al centro de la población y la hicieron dar vueltas alrededor de la plaza atada con la soga, al igual que a un reo. Los alborotadores buscaban por todos los medios alejar a las religiosas que custodiaban a Párraga y soportaban duros insultos contra la Iglesia y sus personas, tales como "monjas hijas de (...), sólo enseñan a robar", según detalló la hermana María Jesús, que lamentó el comportamiento de los enardecidos pobladores. Dijo que los pobladores intentaban alejar a las religiosas de Párraga para darle muerte. Cuando una de las monjas cayó al suelo, le echaron tierra y la insultaron con adjetivos de grueso calibre. Entretanto, y tras insistentes llamados a la Corte Departamental Electoral (CDE) del Beni y la Corte Nacional Electoral (CDE), las autoridades electorales repusieron por fin el material electoral destinado a nueve mesas que fueron instaladas finalmente en el Colegio Ingavi de esta población, a media tarde. EXTRAÑA PACIFICACIÓN: La hermana María Jesús dijo que el material electoral llegó a esta población custodiado por efectivos policiales, junto a los cuales se encontraba los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA). Al ver a los representantes de la OEA, los dirigentes instruyeron pacificar inmediatamente la población. "La OEA llegó, cálmense, daremos una buena imagen" dijeron los representantes masistas según cuenta la religiosa quien se sintió bastante extrañada porque desde ese momento los manifestantes que antes se mostraban exaltados y violentos llegaron la colegio, hicieron las filas correspondientes y emitieron su voto, como si nada hubiera pasado. Tras conocer el triunfo del Sí a favor del presidente Morales, los pobladores se trasladaron en horas de la noche del domingo 10 de agosto, hasta la alcaldía de Yucumo e intentaron tomar el edificio para hacer posesión del inmueble y designar a sus autoridades. Al día siguiente realizaron un cabildo con la intención de elegir nuevas autoridades que respondan a la línea del MAS. Durante el referéndum autonómico del 1 de junio pasado, Yucumo fue también escenario de hechos violentos generados por un grupo de colonizadores los cuales arrebataron y quemaron nueve ánforas.